Dios, que es un Dios de amor y de misericordia, se encargará de recibir en su regazo a un ser especial como fue Juana, siempre presente en todo y para todos, con unas manos siempre abiertas para ayudar a quien lo necesitara. Que quede con ustedes el amor, el carisma, las enseñanzas, las risas y los buenos recuerdos cosechados bajo sus brazos. Que sea siempre luz en la oscuridad y que sea siempre paz en medio de la tempestad. Mis condolencias para ustedes. Paul, Karina, Masiel, Aneudy. Desde la distancia, un abrazo.